Imagen promocional de Win or Lose (Reproducción)

Créditos da imagem: Imagen promocional de Win or Lose (Reproducción)

Séries y Televisión

Crítica

Ganes o pierdas demuestra (una vez más) que Pixar necesita reinventarse

Al igual que las películas recientes del estudio, la serie de Disney+ tiene una construcción de mundo superficial y predecible

Omelete
4 min de lectura
19.02.2025, a las 12H59.

Sabes exactamente qué esperar cuando pones play en una producción de Pixar, y es hora de admitir que eso es un problema. En algún momento a mediados de la última década (no casualmente, en la época en que fue adquirido por Disney), el estudio que transformó la animación 3D de Hollywood en una fuerza creativa y económica significativa, parece haberse quedado sin formas de extraer historias valiosas de una fórmula muy clara que ha sido la base de gran parte de su éxito desde principios de la década de 1990. El contar una historia sensiblemente investigada sobre las emociones humanas y la dinámica de las relaciones resultó en sus primeros años, pero ubicarla dentro de un contexto de fantasía que requiere la creación de un mundo visual y conceptual con detalles eminentemente intencionales que encanten e involucren completamente a la audiencia en este viaje narrativo, funcionó muy bien en sus años iniciales.

No es una mala receta, es cierto, pero es una que exige que cada uno de estos mundos creados por los artistas del estudio sea realmente único, y realizado de forma integral, sin concesiones a lo que podría ser más digerible para un público acostumbrado al realismo. Y cuanto más años pasan, más reticente se vuelve Pixar a crear mundos como este. Ganes o pierdas, lamentablemente, no es una excepción. Anunciada con fanfarria en 2020 como la primera serie de televisión de Pixar (finalmente perdió esa carrera ante Dream Production, que se puso en la vía rápida después del éxito de taquilla de Inside Out 2), la producción sobre un equipo de softbol de escuela secundaria en camino a la final del campeonato resulta ser, en el mejor de los casos, un esfuerzo inconsistente, aunque bien intencionado.

Creada, escrita y dirigida por el dúo Carrie Hobson y Michael Yates, los hijos de Pixar que asumen el papel principal en un proyecto por primera vez, Ganes o pierdas utiliza un formato al estilo de Rashomon para revelar cómo las perspectivas personales pueden dar forma a la realidad. La inteligencia del guión está en construir todo como un rompecabezas: lo que vemos en un episodio a menudo se complementa con claridad en el episodio siguiente. Esto es especialmente cierto, por ejemplo, en los capítulos “Raspberry” (1x03) y “Pickle” (1x04), centrados en el dúo madre-hija Rochelle (Milan Ray) y Vanessa (Rosa Salazar), quienes abordan temas de responsabilidad parental y privación socioeconómica mientras se esfuerzan por apoyar actos que parecen moralmente dudosos a primera vista, pero que están justificados dadas las circunstancias de cada personaje.

Como dije: buenas intenciones. Lo que hace caer a Win or Lose no es la dirección de su historia, sino la inestable calidad de la construcción de su mundo. Al mando del probado equipo de artistas de Pixar, Hobson y Yates llenan sus series de buenas ideas visuales, ya sea representando el mundo virtual como un videojuego de plataformas con gráficos brillantes de color rosa neón y azul, o literalizando las armaduras y los disfraces que sus personajes necesitan usar en ciertas situaciones dramáticas, pero su uso de estos recursos no es coherente, consistente o eficiente en el sentido de resaltar e ilustrar los movimientos emocionales de la trama. Es invención por la invención misma, ternura por la ternura misma, y ​​esa nunca fue la onda adecuada para Pixar, el estudio de Hollywood que siempre juró que todo comenzaba y terminaba con la historia.

La excepción es “Blue” (1x02), que gana estatura al separarse discretamente del resto de la narrativa con la historia de Frank (Josh Thomson), el árbitro de la liga de softbol de los protagonistas, quien enfrenta un dilema en su vida personal que está estrechamente conectado con las elecciones que se ve obligado a hacer en el campo. Presentado casi como un cortometraje sobre un hombre que se da cuenta de que sus decisiones pueden no ser tan justas e imparciales como parecen, y que protegerse de los insultos no es lo mismo que protegerse de las relaciones, los 20 minutos del capítulo transcurren a un ritmo que resulta familiar no en el modo cansado que emerge en los otros episodios de Win or Lose, sino en el modo nostálgico de quienes recuerdan cuando Pixar aún era capaz de absorbernos en sus invenciones más inesperadas.

Pero es difícil argumentar que estos raros éxitos compensan el tedio inminente que caracteriza los momentos en que la serie se asienta en los fundamentos del estudio. Cuando la búsqueda de la brillantez del pasado parece tan estancada como en Pixar, tal vez sea hora de buscar en otra parte.

Nota del Crítico
Regular
Ganhar ou Perder
Ganhar ou Perder

Criado por: Carrie Hobson, Michael Yates

¿Dónde ver?
Ofrecido por

Este sitio utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Al continuar navegando, aceptas su uso. Puedes deshabilitarlas desde tu navegador.