En la era de TikTok, es difícil encontrar ejemplos de películas que dejen respirar sus escenas. Con la atención del público cada vez más reducida a meros segundos, los montajes entrecortados y el ritmo frenético son los preferidos por aquellos que no ven ninguna posibilidad de que el arte compita con el contenido.
Por eso escenas como las que aquí destacamos son tan valiosas. Evocan en nosotros los impulsos más primordiales del buen cine: ojos muy abiertos, respiración contenida, corazón palpitante. Euforia. Miedo. Risa. Admiración. Buena suerte encontrando esto en Reels.
Esta lista es parte de Omelhor, un premio Omelete que reconoce los eventos de cultura pop más importantes del año.
5. Ani vs. Secuaces (Anora)
Los mafiosos rusos son una entidad incuestionable dentro de la cultura pop. Todo el mundo sabe que un buen secuaz con acento de Europa del Este es un criminal peligroso y que cuando entra en escena todo puede salir mal. ¿Conoce otra entidad que sea igualmente poderosa y con un acento igualmente memorable? Neoyorquinos de Long Island y otras regiones similares. Mikey Madison encarna el legado de Joe Pesci y de tantos otros actores que crearon esta imaginación en nosotros cuando su Ani sorprende a los matones enviados a buscarla en Anora, y en el proceso transforma nuestra comprensión del tipo de película que está haciendo Sean Baker.
4. El discurso de Muad'dib (Dune: Parte 2)
Siempre pienso en Timothée Chalamet como un actor más, digamos, profundo. Alguien cuya mirada está siempre lejana, reflejando una mente de meditación y consideración. Este es el momento en que me convenció a mí y al mundo entero de su poder como estrella. Cuando Paul "Muad'dib" Atreides asume el papel de Lisan Al-Gaib, la voz que debe guiar a los Fremen al paraíso, Chalamet debe imponerse, y lo hace como nunca antes en su carrera.
3. Engañar a la policía (Cómplices del engaño)
Una de las grandes cualidades de Cómplices del engaño es cómo la película se sitúa deliberadamente en callejones sin salida. Cuando el personaje de Glen Powell se encuentra atrapado en todas partes, con la policía para la que teóricamente trabaja por un lado y su amada, interpretada por Adria Arjona, furiosa por el otro, la película (y el personaje) necesita ofrecernos algo increíble, convencer de que salir de esa situación es posible. Apilando capa tras capa de actuación (¿o es actuación?) e identidad (temas esenciales para el director Richard Linklater), la pareja principal canta y baila para ellos mismos, para la policía y para el público.
2. "Escalera a ninguna parte" (Furiosa: La saga Mad Max)
Conocida internamente como "Escalera a ninguna parte", la secuencia de acción central de Furiosa tardó semanas en filmarse y contiene todo lo que hace de Mad Max una franquicia legendaria. Desde las locas acrobacias hasta la progresión cada vez mayor, esta escena, que se parece más a una minipelícula dentro de una epopeya, transforma efectivamente a la niña en leyenda. Es aquí donde Anya Taylor-Joy se anuncia como digna del legado de Charlize Theron, y es aquí donde George Miller nos recuerda que no hay nadie como él cuando se trata de llevar acción a la pantalla.
1. Match Point (Desafiantes)
Una explosión orgásmica de vida y creatividad. Si parece que Luca Guadagnino lanza todo lo que puede a la pantalla, desde encuadres imposibles hasta técnicas variadas, para el punto decisivo de Desafiantes, no en vano. Esta es una película sobre la vida, el deseo y la pasión, y en el momento en que estas cosas alcanzan su punto máximo, con los rivales interpretados por Josh O'Connor y Mike Faist electrizando la cancha (y el personaje de Zendaya), nos golpea igualmente esta corriente. Es una locura, después de todo, estamos hablando de tenis.