A esta altura, las adaptaciones de videojuegos son una fija dentro de la industria cinematográfica por varios motivos, pero el principal es que aprovechan el grupo de fans que ya poseen a nivel global para hacer que la película se asegure, como mínimo, ser rentable. En este caso, fueron a buscar a uno de los títulos más vendidos de la historia e hicieron Una película de Minecraft. El resultado es una comedia que brilla gracias al duo principal, Jack Black y Jason Momoa.
No hay dudas que el actor de Escuela de rock (2003) sabe como hacer una comedia y más con su viejo colaborador, Jared Hess, ya que juntos hicieron Nacho libre (2006). Pero acá la gran duda en la previa era si podían llevar una adaptación fiel al videojuego, ya que se trata de un mundo abierto regido por la creatividad. En pocas palabras, no hay una historia lineal y concreta para adaptar, solo muchos personajes, elementos y esa forma absurdamente rectangular en cada uno de las cosas que habitan este universo.
Y por otro lado, el riesgo venía por Jason Momoa. La elección de un actor que siempre hace papeles similares, de rudo, de guerrero o ese estilo, dado su aspecto enorme y sus pelos salvajes. Aquí el desafío era totalmente tierra por explorar: interpretar a un ex campeón de videojuegos caído en la desgracia del olvido y que esa tristeza lo lleve a... vivir un videojuego. La prueba, en la antesala de su estreno, era complicada para el actor.
- Primer adelanto de Una película de Minecraft con Jason Momoa y Jack Black
- Taquilla | Una película de Minecraft podría recaudar hasta 60 millones de dólares en su estreno
- Minecraft, The Last of Us y más: mira películas y series de videojuegos en 2025
Sin embargo, nunca olvidemos que los bromances pueden suceder en una abrir y cerrar de ojos. Dicho en otras palabras, Jack Black y Jason Momoa son pura diversión garantizada por la química entre ambos. En palabras del director, se amaban en silencio antes de conocerse. Para anécdota que suma a dar perspectiva sobre lo bien que llevaron esta colaboración, en las entrevistas previas al estreno, no pararon de hablar de lo bien que la pasaron juntos, de los lugares que fueron a comer, de los deportes extremos que deberían practiar y los flexible que estaban dispuestos a ser para adaptarse el uno al otro. Eso, todo eso, se ve en pantalla. Este es el mayor punto a favor del largometraje.
En términos de originalidad, adaptar Minecraft era todo un desafío por lo que se explicó aquí arriba: no había una historia que adaptar, por eso se llegó a usar este título. Según el director, se llama Una película de Minecraft porque "es una historia dentro de tantas otras que pueden suceder en este mundo abierto". Ese mundo existe y lo que cuenta la película es solo una dentro de las infinitas posibilidades. En futuras películas (que seguro se hagan), los elementos y la lógica ya está presentada, ahora es momento de aprovecharlas.
Obvio que hay un pero. Si bien la dupla de actores, con el debut de Jason Momoa en la comedia, es brillante, es divertida y él, particularmente él, hace un papel revelador que lo posiciona como actor de un nuevo género, en estructura y diálogos, no deja de ser otra película como la vieja Mario Bros o recientemente las Jumanji, solo por mencionar algunas. Hay una fórmula que se repite en esta película también en cuanto a la estructura del guion. De no ser por el delirio que siempre aporta Hess en sus largometrajes, esta sería una obra olvidable, una más dentro de la lista de "videojuegos en pantalla grande".
Sin embargo, en esa creatividad siempre al servicio de contar una historia y hacer reír, también hay un distintivo en la película. Todos los personajes y herramientas/habilidades usadas están bien colocadas, bien logradas. Los elementos llevados del videojuego a la pantalla es el otro gran acierto de la película: hace propias a las herramientas, los habitantes vivos de estos mundos y los usan para darle volumen y crear situaciones totalmente absurdas donde se luzcan los protagonistas. En esa combinación, el trío de actores - director podría repetir y yo iría a verlo, sin dudarlo.
Una película de Minecraft, de no ser por Momoa, Black y Hess, sería una partida más, una que no guardarías o que se perdería en el amplio universo del videojuego. Sin embargo, esta película logró casi 100 minutos muy divertidos con personajes llenos de carisma, desde Steve (Black) a Garrett (Momoa) pasando por lo aldeanos hasta llegar a Denis (el lobo), y aventuras que superan la barrera hasta pisar el mundo real y un amor impensado. Una buena partida que vale la pena guardar.