Godzilla y Kong solicitan un lugar en Transformers en el patio de recreo de catástrofes

Créditos da imagem: Warner/Divulgación

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Crítica

Godzilla y Kong solicitan un lugar en Transformers en el patio de recreo de catástrofes

Monsterverse necesita cinco películas para abrazar plenamente la alegría, con cierto cansancio

Omelete
3 min de lectura
28.03.2024, a las 16H27.
Actualizado en 02.05.2024, a las 15H31

Hace 10 años que se estrenó Godzilla dirigida por Gareth Edwards, y las cuestiones que rodeaban el lanzamiento en aquel momento - la revelación del monstruo en escena, el mérito de los dramas humanos que seguimos en la película - parecen absolutamente pasadas de moda. Godzilla y Kong: El Nuevo Imperio no hace suspenso o ceremonia previa a la pelea ni trata a sus personajes como si fueran más que mensajeros de la exposición. Es una película hecha en piloto automático en el sentido de que todo lo que importa es el placer sencillo de los finales.

Tal vez incluso tardó demasiado. Fueron necesarias cinco películas y una serie a lo largo de esta década para que el llamado Monsterverse reivindicara el lugar desocupado por Transformers en el imaginario lúdico de estas películas de desastres. Se va todo el asombro y el sentido de escala desproporcionada con que la humanidad (y Monarch con sus misterios) recibía a los kaijus, entran los duelos sin consecuencia de estos action figures gigantes, cuyo rastro de destrucción nunca se convierte en un hecho en sí mismo después de su paso.

Pacific Rim (2013) ya jugaba con gracia en aquella época, y dejemos hoy la gravedad de la destrucción para películas como Godzilla Minus One (2023). En la práctica, esta segunda película de Godzilla y King Kong entiende que llega tarde al patio de juegos, de ahí la multiplicación exponencial de monstruos (hay más criaturas colosales que protagonistas humanos a esta altura) y soluciones de lucha más acrobáticas, como la acción en gravedad cero (que incluso fue uno de los atractivos de Transformers 4). De todos modos, con retraso o sin él, esta gramática del cine de catástrofes y las luchas sin peligro o consecuencia es la norma, una vez que el propio MCU se esforzó en establecerla en todo blockbuster sobredimensionado.

Una ventaja es que, una vez que ya sabemos muy bien qué esperar de estas películas, ya no necesitan respetar los pudores del sci-fi de acción supuestamente naturalista. Se establece un contrato de exageración con el público, entonces encontrar una civilización perdida en el centro de la Tierra que vive dentro de una membrana plasmática de mariposa y se comunica telepáticamente con gorilas gigantes se vuelve no solo plenamente aceptado sino incluso previsible. El papel que corresponde a los personajes humanos en este contexto es presentarse también como variaciones de lo caricaturesco; Dan Stevens está muy cómodo en este juego y Brian Tyree Henry (secuestrado de nuevo por el estereotipo del negro asustadizo que las películas de acción insisten en reproducir) lo está menos.

Si Godzilla y Kong no encuentra para sí una voz o expresión propia dentro de estas reglas muy sueltas y permisivas, quizás sea porque no sabe bien cómo delimitarlas o armonizarlas. Las intervenciones de los personajes humanos, por más que se esfuercen en el humor, son poco más que una contingencia del guion, con sus diálogos dados en tono de burocracia para explicar en voz alta al espectador dónde estamos entrando, qué estamos viendo y cuán emocionados deberíamos estar con la acción que transcurre ante nuestros ojos. La película funciona mejor cuando elimina este texto por completo, en las dinámicas mudas de Kong con los otros primates que descubre en el centro de la Tierra.

Incluso como paseo por un parque de diversiones - en que los cambios de escenario funcionan como cambios de atracciones sin necesidad de enlazar una con otra - Godzilla y Kong parece operar en un automatismo sin mucha consideración. Cuando la trama de repente nos revela que existe un bolsón secreto de vida dentro del bolsón secreto de vida que acababa de ser revelado, la única lógica que explica esta muñeca rusa es la lógica de la novedad. La película se reinicia en busca de novedades, con la esperanza de que alguna de estas entregas desechables de frenesí tenga realmente el aspecto de algo nuevo o satisfactorio.

 

Nota del Crítico
Regular
Godzilla e Kong: O Novo Império
Godzilla x Kong: The New Empire
Godzilla x Kong: The New Empire

Año: 2024

País / Nación: EUA

Classificação: 12 Años

Duración: 115 min

Dirección: Adam Wingard

Argumento: Jeremy Slater, Terry Rossio, Simon Barrett

Elenco: Brian Tyree Henry, Rebecca Hall, Dan Stevens

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