Star Wars

Crítica

Andor se mantiene lúcida y brillante en su segunda temporada

La ficción protagonizada por Diego Luna estrenará un arco por semana y abarcará un año en cada uno

21.04.2025, a las 01H00.

Mucho se habló y se dijo de Andor en su estreno en el 2022: "la serie más adulta de Star Wars", "lo mejor de Star Wars junto a The Mandalorian", "una Star Wars diferente" y muchas otras cosas. Con todas esas afirmaciones estoy de acuerdo. Es más, para quien escribe, la serie protagonizada por Diego Luna realmente es la que, de todos los productos live action, encuentra un tono diferente y da una perspectiva relamente fresca para esta galaxia tan lejana. En su segunda temporada, Andor reafirma todo eso, pero se convierte en una historia mucho más política y profunda, más cercana al tono de Rogue One: Una historia de Star Wars (2016). Tony Gilroy lo hizo de nuevo.

Andor se consolidó como una ficción de calidad. Se produjo con tiempo, rompió la barrera de cantidad de capítulos para una serie en la actualidad (12 por temporada) y tiene un formato que pocos usan: un arco cada tres capítulos. Además, el título escrito por Gilroy, guionista de la saga de Bourne, superó el presupuesto de los 600 millones de dólares (290 en su segunda temporada), una buena inversión para un producto de Lucasfilm que no es un episodio de Star Wars. Definitivamente es un título con un tratamiento diferente dentro de la empresa.

La serie sigue a Cassian Andor (Diego Luna), el agente rebelde que ya vimos en el cine, justamente en su camino a Rogue One: Una historia de Star Wars. La primera temporada llevó a la pantalla un año de la vida de este personaje y, en ella, el tema central era su transformación en un agente de la rebelión en cuatro eventos determinantes. En la segunda, cada arco (aquí pueden consultar las fechas de estreno) abarca un año de Cassian hasta dejarlo en las puertas de la película spin-off del 2017. En resumen, lo convierte de soldado a líder luego de sufrir y transitar los primeros nueve episodios. 

La segunda temporada comienza con Cassian intentando cumplir una misión, pero queda varado y como prisionero de un grupo acéfalo en un planeta casi sin habitantes. Mientras sucede esta situación, la serie te va mostrando cómo está de cada uno de los personajes luego de los hechos de la primera entrega.

Las subtramas podrían dividirse entre Luthen (Stellan Skarsgård) negociando por traer recursos y gente a su causa junto a Mon Mothma (Genevieve O'Reilly) en Coruscant; Bix (Adria Arjona) escapando del imperio luego del incidente en Ferrix (gran último episodio de la temporda 1) y esperando el regreso de Cassian; y por último, a la gente del imperio, representados por Syril (Kyle Soller) y Debra (Denise Gough), que ahora son pareja. La clave del primer arco son estos dos, ella es asignada al proyecto Ghorman, un planeta con un mineral de alto valor para una "causa desconocida". Allí girará casi toda la temporada.

Todas estas subtramas avanzan arco a arco y comienzan a cruzarse nuevamente. La tensión está excelentemente bien distribuida. Se podría decir que el primer arco es para establecer una conexión entre las dos temporadas, el segundo ya se concentra en el conflicto principal y todas las historias empiezan a caer allí. El tercero, brillante, es la explosión del conflicto, con piezas verdaderamente bien contruidas, con paciencia y tiempo para el estallido, buenos diálogos, argumentos sólidos, cruces, de todo. Un Tony Gilroy que sabe, como pocos, diseñar un relato de agentes secretos pero en el universo de Star Wars y sin perder actualidad. Sí, Ghorman podría ser Ucrania, Afganistan y tantos otros países que quedan como ejes de un conflicto bélico. Y el arco final, donde sucede el desenlace de la mayoría de los protagonistas, es el tan esperado puente para llegar a Rogue One.

Vista toda la segunda temporada, Andor sí logró contar una historia que aporta a la base principal de Star Wars, a la biblia, pero que lo hace con estilo propio. Con personajes pensados desde otra configuración, pero que encajan perfecto en la historia creada por George Lucas. Andor y Rogue One están lejos de la familia Skywalker y los Jedi, aquí es sobre alianzas políticas, recursos, engaños, infiltrados, sacrificios y, todo eso, sin la necesidad de la Fuerza. El mejor plato de la casa Gilroy.

Es más, la misma razón que le dio sentido a la serie, contar el pasado de Cassian como delincuente y soldado hasta llegar a líder, transforma la perspectiva del personaje que vimos en la película y lo hace de muchas maneras. Y sin utilizar recursos mágicos, sino por los eventos vividos: la prisión, los planetas que vio caer, los dos conflictos sociales en diferentes planetas, etc. Gilroy ni siquiera toma el espíritu fantástico para darle cierto "oigan, esto es Star Wars", no, sabe bien lo que tiene en su poder y la historia que quiere contar.

Algunos puntos en contra y otros a favor que me gustaría remarcar. Empiezo por los no tan aprovechados: el primer arco quiere sentar las bases de la segunda temporada, no está de más, no es que está mal hecho ya que pasó un año de los eventos de Ferrix, pero tiene un comienzo bastante "lento" y no era necesario reconfigurar a los espectadores. El otro es el Director Orson Krennic (Ben Mendelshon) que está bastante desaprovechado. Tiene una muy buena secuencia en el tercer arco y no mucho más. Su presencia podría haber sido más valiosa y terminó siendo como la de Darth Vader en Rogue One, pero Krennic no es Vader, claro.

Entre los puntos a favor y que me gustaría remarcar se encuentra Bix, que finalmente tiene un peso específico en la historia (más allá de Andor también), pero más adelante abordaremos a su personaje. El tema es que logró momentos memorables como al final del segundo arco, todo el tercero y, claro, el final.  

Párrafo aparte para la llegada de K-2SO. Importantísimo regreso, de los más esperados. Le aporta el poco humor que tiene esta segunda temporada. Y tiene sentido porque es donde comienza a hacer conexión con Rogue One. Pero más allá de su valor en la estructura de la trama general, es un personaje que conecta muy bien con su compañero y llegó en un momento inmejorable. 

No me tiembla el pulso para asegurar que Andor es el mejor producto de Star Wars en su era televisiva. Sí, está The Mandalorian, pero de alguna manera es más de lo mismo, pero muy bien hecho. Andor es estructural y espiritualmente diferente, y la segunda temporada lo confirma. Es la de espías y agentes secretos de Star Wars, pero también suma al costado bélico, político y estratégico. Los orígenes de la rebelión, sus internas y sacrificios, algo que vimos desde el lado de la fantasía, no desde un costado más realista. Una obra única, que difícilmente se repita, algo que sería todavía más valioso.