No era para nada fácil superar lo logrado por Arcane en el 2021 con su llegada a Netflix. Sin embargo, con tres años de trabajo, superó las expectativas en la mayoría de los aspectos. Se destaca el guion y las escenas de acción: una explosión de peleas, estallidos y, sobre todo, una historia sólida para darle vida a los personajes de League Of Legends.
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Riot Games invitó a Omelete a visitar las oficinas en Los Ángeles no solo para ver el primer episodio en el Skywalker Theather, sino para conocer gran parte de los secretos de la serie que les iremos contando en esta nota. Además, y una vez terminada la visita, Netflix nos habilitó cinco capítulos más en la plataforma y así poder tener una idea muy cercana a la temporada completa.
La segunda entrega de Arcane se dividirá en tres etapas comenzando el 9 de noviembre con tres capítulos. El 16 y 23 se estrenarán otras tandas de tres episodios para completar los nueve que componen la temporada final. Esto, en otra serie, sería un dato menor. Pero en Arcane tiene su justificación y vale la pena conocerla.
La primera tanda de episodios funciona como una transición literal de la primera a la segunda temporada. Sin spoilers, el primer capítulo se mete en las consecuencias de los hechos del season finale tan dramático. La serie hace una recapitulización dentro de la diegesis de la hstoria, donde toda la cúpula política repasa los hechos para tomar medidas de contención y eso funciona, no solo como resumen, sino también como transición. Ya en las primeras escenas plantea un tono mucho más oscuro para todo lo que vendrá. Aquí no comienza como una historia de niños al igual que en el debut, es una de adultos y bastante retorcida.
Pero además, el S2E1, llamado "El poder del liderazgo", es un piloto de la historia de Vi (Hailee Steinfeld): cómo asimila los hechos y las medidas que piensa tomar respecto a la posición de Caitlyn Kiramman (Katie Leung) que sufre por la pérdida de su madre y se obsesiona con capturar, a cualquier costo, a Jinx (Ella Purnell), hermana de Vi. "Efectivamente, la segunda temporada funciona con dos pilotos, uno para mostrar como está Vi y otro con el presente de Jinx", contó Christian Linke, showrunner y creador de la serie, en la presentación de la temporada 2 en Los Ángeles.
Este doble piloto ya pone al espectador en un segundo capítulo donde se ven las consecuencias de los hechos sucedidos en la entrega 1, pero desde el punto de vista de Jinx. Además de profundizar en sus tristezas y conflictos, este personaje representa a Zaun y sus calles, su gente y cómo quedaron sus pandillas divididas, la desesperación por una pronta guerra con Piltover y sin la conducción de Silco. ¿Está Jinx en condiciones de liderar a su pueblo? ¿O literalmente prefiere "Ver cómo se quema todo", como lo anuncia el título del S2E2?
Y finalmente llegamos al tercero, que completará la primera tanda. Y ahí, se podría decir, que comienza la segunda temporada. En palabras de Linke, "una entrega mucho más oscura que la primera, donde los conflictos, más parecidos a los del mundo real, toman el control". Presentadas Vi y Jinx, la centralidad la gana el conflicto político y bélico que asoma, donde Ambessa Medarda (Ellen Thomas) se hace más fuerte con su llegada, su propio grupo de choque, y toma las riendas convirtiéndose en un personaje de temer, algo más parecido a la villana de turno.
La serie, sin caer en spoilers, pondra en el centro del conflicto a estos cuatro personajes recién nombrados. Un conflicto que va a escalar en violencia y drama muy fácilmente. Y más allá de que los primeros episodios de la nueva entrega demostraran un muy buen nivel en la acción de la serie (el primer capítulo exhibe una escena brillante en dirección, montaje, estética, etc.), donde más se disfruta este aspecto es en el segundo paquete que se estrena el 16 de noviembre.
Arcane con su segunda temporada logra superar lo realizado en la mayoría de los aspectos. Antes se mencionó el guion, el desarrollo de personajes, donde difinitivamente es superior a otras series animadas y maneja muy bien el relato coral, similar a la franquicia Game Of Thrones o House Of The Dragon, ya que cada capítulo no presenta una continuidad inmediata de hechos, sino que a nivel dramático sabe cerrar episodios o sucesos y avanzar a grandes pasos sin descuidar los detalles.
Pero donde puede que Arcane no haya expresado una mejora tan marcada es en la animación. Es verdad que el título se convirtió en una serie a la vanguardia por su nivel estético y la calidad de su animación, pero eso fue en el 2021. Cabe recordar que Arcane se trabajó durante siete años continuos para lanzar su primera temporada. Es evidente que en tres no puede volver a convertirse en la referencia en el formato. Esto no quiere decir que la ficción de Netlix y Riot sea mala a nivel visual, todo lo contrario, sigue siendo de elite, pero no logró encontrar el punto para ser, otra vez, la referencia en la industria animada.
Donde si destaca es en las escenas de acción: su colección de poderes, armas, el uso de la hextech (no puedo profundizar allí porque sería caer en spoiler, pero ¡Dios mio!) es tan logrado que trasmite esa aura de videojuego sin perder la escencia de Arcane, un producto tan bien finalizado que podría no tener relación con un videojuego y causar la misma impresión. La forma no solo del diseño, sino del uso de esos poderes o conflictos marciales / bélicos cumplen su misión: te dan ganas de ir directo a cualquiera de los juegos de Riot Games donde habitan estos personajes. No tengo nada contra Zack Snyder, pero los directores de Arcane saben donde hacer lucir las cámaras lentas.
Arcane logró superarse a nivel historia y personajes. Y los elementos son tan bien trabajados que no hay dudas que la segunda temporada nuevamente estará dentro de lo mejor de este 2024. La no evolución de la animación tampoco me parece tan grave, pero había que marcarlo porque fue el distintivo en la entrega inicial. De todos modos, sigue estando dentro de los 30 o 40 productos en la historia de Netflix. Vi y Pownder, esperamos verlas pronto.